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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Gregory Porter. La voz del jazz.

Con Gregory Porter, la música vuelve a sus origenes, a sus fuentes. La música bebe de sí misma, cierra círculos encantados, recuerda y mira al horizonte. Parece que toda version que hace, es un comienzo, un inicio.. Es un Midas que todo lo que toca con su voz, lo vuelve bello, y lo bello, incomparable. Bravo Gregory! Bravo!

Las maravillas de Cervantes.

Las maravillas de Cervantes. Leo El Quijote por primera vez. Por primera vez le recibo después de la espera de mí mismo. Por primera vez, le invito a pasar con la mesa ya servida, en mi mejor empeño de atenderlo, de hacerle mi huésped más querido. Leo El Quijote, por primera vez atento a cada palabra, a sus detalles, sus gestos.  Lo observo por primera vez, con mi mejor mirada. Lejos están la premura, la presunción, el exhibicionismo, la moda, la arrogancia, la exigencia que a veces atenazan las lecturas. Abro mi puerta aquejado con la más difícil virtud de un lector: la humildad. Y tazo cada palabra como quien recoge perlas del fondo blanco de una playa virgen. Cotejo mi hablar con su origen y veo cuánto mi lenguaje ha caminado por estos cuatro siglos de viajes, descubrimientos, guerras, libros, trueques, idas y venires sin fin entre dos horizontes. Revivo palabras, recuerdo. Descubro su linaje, su largura, su recorrido. Estoy tan cerca y tan lejos de esa forma de

La masacre del Mozote

Lunes 11 de Diciembre de 2006 Nunca será tarde. Recordar la masacre de El Mozote y revivir el deseo y derecho de que se haga justicia… nunca será tarde, aun después de 25 años. Cuando pienso en El Salvador, mi país, en su historia, llegan a mi mente hechos muy trascendentes que nos han constituido en lo que somos: un pueblo herido, burlado y un pueblo, que pese a todo, no pierde la esperanza de hallar esperanza… escondida en alguna parte. Esa cualidad y esa desgracia de ser un pueblo dolido y al mismo tiempo un pueblo esperanzador, no es casual, nos hemos ido forjando por medio de la desgracia, la injusticia, la mentira, la masacre y la pobreza. Y nos hemos ido defendiendo, desde la trinchera cotidiana de nuestra casa, con la idea lejana de que mañana quizás será mejor: habrá algo que comer, habrá… paz; no temblará; dejará de llover; o simplemente, o trágicamente, estaremos vivos. Los salvadoreños y salvadoreñas siempre hemos vivido en la incertidumbre del mañana. Nuest